domingo, 10 de enero de 2010

Libros infantiles

He encontrado en un antiguo periódico, un suplemento especial infantil y juvenil en el que hay una hoja en la que recomiendan libros para niños de 3 a 6 años. Así que aquí os pongo los títulos del libro y un pequeño resumen de ellos:


Los cuentos de Koper. El columpio.
Mick Inkpen
Bruño. 14pp. 7.95€. (Desde 3 años)

El perrito Koper sabe columpiarse, dar volteretas… pero no hacer el pino. Con unas ilustraciones entrañables y un texto muy bien calibrado, Inkpen sabe transmitir a los más pequeños que cada cual tiene sus habilidades. La cuidada edición de facilidades a los prelectores para manipular este librito al que cogerán cariño.


No tengo nada de sueño y no quiero ir a dormir.
Lauren Chile
RBA. 14pp. 19.50€. (Desde 4 años)

Juan tiene una misión (casi) imposible: acostar a su hermana Tolola, una experta en fantásticas excusas. Pero él no le va a la zaga en imaginación, y astutamente, le sigue el juego. La diversión es doble, porque el álbum esconde desplegables que deparan un festín de sorpresas. Una vez más, Lauren Chile se gana a los pequeños con ingenio.


El pequeño rey de las flores.
Këta Pacovská
Kókinos. 40pp. 18€. (Desde 4 años)

El pequeño rey plantaba tulipanes, y quien siembra amor, amor recoge. Tal es el mensaje de este fresco álbum que se debe a Këta Pacovská, prestigiosa pintora y escultora que brinda propuestas innovadoras: mezcla collage, lápiz, témpera; convoca un vibrante colorido y añade una misteriosa ventanita que invita a experimentar.


Julia y el miedo.
Issa Sánchez-Bella
Demipage. 40pp. 12€. (Desde 5 años)

Julia está segura: bajo su cama acecha un monstruo; pero la curiosidad la lleva a descubrir en el propio miedo a su mejor aliado. La asignatura obligatoria de la infancia, afrontar los miedos, se hace más llevadera con este argumento reconfortante. Lo ilustran imágenes a plumilla, reveladoras y humorísticas, que en blanco y negro exploran la luz y la oscuridad.


Un gran sueño.
Felipe Ugalde
Kalandraka. 36pp. 15€. (Desde 5 años)

Antes de salir del huevo, el cocodrilo ya quería ser grande, muy grande. Y se lanzó a devorar todo lo encontraba a su paso porque quería cumplir un sueño que era ser mucho más que grande… El álbum Un gran sueño, ganador del Segundo Premio Internacional Compostela, da pie a hablar con los niños acerca de la ambición, la mitología y la astronomía.


En algún lugar de China.
A. Folgueira. Ilustraciones de E. Amade
Silabario. 27pp. 16€. (Desde 6 años)

Los niños huérfanos de chinos ríen y juegan todo el día pero a la noche la tristeza les invade. Y es que echan de menos a los papás que nunca tuvieron… Pero en su ayuda acuden unos hacendosos pájaros que volarán y volarán y volarán hasta encontrar los mejores padres posibles. Delicado y feliz álbum que es a la vez una apuesta solidaria: el 50% de su precio se destina a la Asociación de Familias Adoptantes de China.


Un camello en la cornisa.
Care Santos. Ilustraciones de V. Lópiz
Macmillan. 48pp. 7.70€. (Desde 6 años)

Pasa la Navidad, pasan los Reyes Magos y llega el día más triste para Elia, cuando hay que guardar las figuritas del belén, los adornos, recoger los regalos y volver al colegio. Pero esta vez sucede algo extraordinario, Elia oye toser en la cornisa: es un pequeño camello olvidado. Un fin de fiesta que se convierte en un principio esperanzador.


Cuentos japoneses.
A. Gasol y T. Blanch
Edebé. 152pp. 18€. (Desde 6 años)

Veinte cuentos de la tradición oral japonesa recoge este álbum de amplio formato, esmerado desde las exquisitas ilustraciones -inspiradas en las láminas orientales- a la tipografía. La fluidez de la oralidad se percibe en las narraciones, de las que brotan seres fantásticos y elementos fantásticos que, al satisfacer deseos y remediar carencias, premiar y castigar, restaurar el equilibrio del mundo.


Con la cabeza en otra parte.
André Bouchard. Ilustraciones de Q. Blake
Combel. 34pp. 14.50€. (Desde 6 años)

Como anillo al dedo le van las inconfundibles ilustraciones de Quentin Blake al jocoso argumento de este álbum que, por los derroteros del absurdo, lleva a sus últimas consecuencias la expresión: “tener la cabeza en otra parte”. Cuando el atareado padre de familia vuelve del trabajo sin cabeza, madre e hijos le fabrican una. ¡Y el invento da excelentes resultados!

Un saludo,

Stacy Malibú

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